Si no puedes ofrecer bienes materiales, al menos puedes compartir un poco del conocimiento que posees. Esa ha sido una de las premisas de mi trabajo; hacer accesible el arte a todo aquel que demande su aprendizaje.
Dentro del proyecto de creación colectiva he tenido que ofrecer algunos talleres a pequeños, medianos y grandes que disfrutan el poder emancipador de los colores. No es un trabajo fácil, pero sí gratificante.